martes, agosto 27, 2013

Reconciliación Escuchamos en estos días a algunos la necesidad del olvidar el pasado, que es cansador continuar con el mismo tema por tanto tiempo. Sin embargo un país sin pasado no existe en parte alguna del mundo. Lo que hacen los vencedores del 11 de septiembre, es ocultar o mentir sobre lo que paso. Mucha gente creyó en el famoso plan “Z” y muchos consideraron de buen tono decir que estuvieron incluidos en él, que se asesinaría a generales, religiosos, empresarios, periodistas, comerciantes, diplomáticos etc. etc. Diciendo que esta fue una de las causas por las que pidieron a las FF.AA. intervenir y acabar con la amenaza marxista en el país. Después se supo que tal plan fue un invento de parte de quienes organizaron el golpe. Manifestaron que el golpe era necesario para devolver la democracia perdida en el gobierno popular e instalaron una de las mas crueles dictaduras que arraso con todo. Se acabo con la Constitución, el Congreso, se terminaron los derechos de los trabajadores. Por todas partes se abrieron campos de concentración y centros de torturas, miles fueron asesinados brutalmente. Aún no han dicho las FF.AA. donde están los desaparecidos, que hicieron con sus cuerpos. La verdad llega por la lucha de las organizaciones de los DD.HH. que en forma permanente han estado pidiendo justicia y castigo a los culpables de los terribles crímenes y el trabajo de jueces que han colaborado. Cuando se pide reconciliación y olvido, se debe primero entregar todos los antecedentes sobre lo sucedido, que digan donde están los cuerpos de los desaparecidos, realizar una limpieza real de las FF.AA. expulsando a los que traicionaron el legado de O”Higgins fundador del ejército chileno. Hoy día aún las FF.AA. envían a sus oficiales a estudiar a las escuelas que tiene los yanquis en diversas partes. EE.UU. fue el principal apoyo a los golpistas chilenos. Financió a partidos políticos periódicos y numerosos gremios, como camioneros y comerciantes. Todos estos antecedentes están en los archivos desclasificados, no son un secreto para nadie. La dependencia de armas e instrucción aún se mantiene. Las actuales Fuerzas armadas tienen la doctrina del enemigo interno que considera a la población que se organiza por sus demandas como sus enemigos, por ejemplo los pueblos originarios. Además se mantiene en la constitución que las Fuerzas Armadas son garantes de la democracia. Todo esto debe terminar, el poder armado debe estar supeditado al poder político. Y deben trabajar en beneficio del pueblo. La reconciliación sólo es posible con la verdad y la justicia. No basta pedir perdón, sino se aportan antecedentes que permitan aclarar lo que ocurrió realmente en ese negro período.

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