lunes, septiembre 23, 2013

El golpe de 1973 El mes de septiembre es un mes contradictorio para los chilenos. Se inicia la primavera el día 21 que llega con sus colores, volantines, flores y los primores de los frutos de temporada. La celebración de las fiestas patrias en esta ocasión fue una semana larga, de varios días de jolgorio, de celebraciones. Lo más tradicional, las cuecas, mucha cumbia, anticuchos, empanadas de todo tipo y en esta oportunidad estuvo en primer plano el famoso trago “el terremoto”. El 11 se conmemora el golpe de Estado, que quebró la democracia, que destruyo todo los que se creo durante años en el país. Claro que esta vez el país supo lo que mucha gente ignoraba. Entre otras razones porque no se contaba lo que paso en el país, se oculto, se mintió. La TV mostró programas realmente impactantes de mucha crudeza. La entrevista a Gloria Lazo, que fue detenida por una denuncia, a pesar que no participaba en partido alguno. La insistencia de su padre general retirado, que movió cielo y tierra, logro que la dejaran en libertad, los militares la abandonaron en un basural. La entrevista a dos muchachas que fueron detenidas y torturadas sin razón alguna, solo por que los militares estaban imbuidos en la doctrina de la guerra interna, el pueblo era su enemigo. La serie “Ecos del desierto” de Andrés Wood basada en la vida de Carmen Herzt en Chile Visión mostró facetas ignoradas. Por primera vez mucha gente se dio cuenta del barbarismo a que se llegó después del golpe, lo más terrible y oscuro salió a la luz. Fueron asesinados miles entre ellos obreros, campesinos, mapuches, intelectuales, profesionales. Muchos de ellos desaparecidos, sin tumba, sin consuelo para los familiares. Claro que muchos pinochetistas asustados ante la avalancha de verdad, exclamaron rápidamente: no es necesario vivir en el pasado, hay que mirar hacia delante, hay que mirar hacia el futuro, no podemos quedarnos presos del pasado que no deja avanzar al país. Decididamente se asustaron y vieron con claridad que la actual candidata de la derecha no ganará la elección de noviembre, porque ella representa precisamente toda la herencia de la dictadura militar y ha quedado al descubierto en poco tiempo, lo que fue realmente la época de terror que vivió el país, durante 17 años. Mucha gente ha comprendido la realidad y ve en el programa de la Nueva Mayoría, la oportunidad de un país mejor para todos. Reforma tributaria. Cambio constitucional. Educación gratuita y de calidad. No se trata de quedarse en el pasado, sino de avanzar, pero para hacerlo es necesario naturalmente que haya verdad y justicia y que los miles de afectados por la dictadura reciban una reparación justa. No se puede olvidar, jamás lo que paso en Chile, no se puede dejar impune a los que torturaron, a los que gestionaron el golpe de Estado y menos aún aquellos que obtuvieron su fortuna mediante los oscuros negociados que se hicieron en dictadura. La tarea de hoy día es ampliar la democracia, permitir la participación de todos, en los problemas que conciernen a todos, hay que cambiar la Constitución pinochetista por una en que tengan cabida todos los sectores nacionales.

miércoles, septiembre 11, 2013

DURO OFICIO EL EXILIO Tengo de nuevo en mis manos, un libro que compre en 1963 El “Duro oficio el exilio” de Nazim Hikmet poeta turco. Libro editado por la editorial Lautaro de Argentina por el escritor argentino Alfredo Varela, donde se describe los avatares la tragedia de este poeta, que vivió muchos años encarcelado y en el exilio, perseguido por ser un patriota y comunista, que quería la liberación de su país, que imaginaba y soñaba con una sociedad mejor, donde los hombres y las mujeres vivieran mejor. Este libro llegó de parte de unos amigos míos, viene naturalmente reparado y el color de sus páginas es el sepia, los años tampoco han pasado en vano, se lo obsequie a mi compañera en esa época. Al abrirlo emocionado, salieron de sus páginas los recuerdos del pasado, los años en que luchamos por un gobierno que tuviera en cuenta los problemas de los trabajadores, cuando lo entregamos todo, cuando marchamos alegre por las calles, cuando hicimos trabajo voluntarios, cuando formamos bandas de guerra, conjuntos folclóricos, cuando rayábamos “nacionalización del cobre” “Allende Presidente” en las paredes de el país, todo era alegría, todo era esperanzas, la felicidad de luchar por un mundo mejor. Y en el gobierno trabajando por hacer avanzar en el cumplimiento del programa de la UP y del presidente compañero Allende, todo fue tan vertiginoso, tan rápido sin pedir nada. Unos versos de un poema de este hermoso libro “La una de la mañana” El mantel es azul Encima nuestros libros Valerosos, sinceros, sonrientes Mi amada Regrese del cautiverio De la torre Que tiene mi enemigo En mi propio país. El libro hermoso, valiente, sincero y sonriente vuelve a mis manos, quedo perplejo, ensimismado en mi pasado, veo a mis compañeros de ese tiempo, sacrificando todo para construir un país mejor, equitativo, el medio litro de leche para todos los niños de Chile, para recuperación de nuestras riquezas básicas. Que aparezca este libro después de 40 años, que se perdió en la noche negra de la dictadura, en que desaparecieron miles de personas, seres humanos, trabajadores, obreros, campesinos, intelectuales, es una casualidad, pero sucede también bajo el terror masificado, bajo la violación de todos los derechos humanos. Otro poema que me toca, estuve allí en el exilio en el lago Balaton El Balaton El Balaton parece una carta postal Este sol que se pone ¿es naranja o limón? Y así ¿qué quedará en nuestra memoria, Las voces, los colores solamente Persistirá la pena en nuestros corazones? Es leer el libro después de tantos años, tiene y abre sentimientos nuevos, más profundo, con la experiencia de vida, sin embargo todo queda, es el pasado y ahora cuando veo, escucho a los estudiantes, a los trabajadores marchando, con sus banderas rojas, con sus canciones, batucadas, en la calle, con más conciencia. De nuevo la alegría en las calles, de nuevo la esperanza, se acentúa la posibilidad de un gobierno de nuevo tipo

La derecha y sus cuentos