lunes, enero 01, 2018

Elecciones 2017
Fin de año, vida nueva, es el dicho popular, veremos que nos trae el 2018, aunque se vislumbra que será un año de luchas sociales, por mantener lo conquistado e impedir que la ofensiva neoliberal logre aplicar a fondo sus propósitos de explotación a fondo de los trabajadores, quitándonos sus derechos sociales y sus logros. Unas de las causas de la derrota, o uno de los factores que influyo en ella, es la mala gestión de los intendentes o gobernadores, que en la mayoría de lo casos fueron incapaces de dar a conocer los éxitos de las reformas, sobre de educación, a pesar de la fuerte oposición de la derecha y de partidos progresistas. Por lo menos yo no vi al Intendente o al gobernador provincial, venir a las juntas de vecinos, a explicar los alcances de las reformas, a los clubes de adultos mayores, la CUT provincial, o a sindicatos. Digamos que se recurrió al pueblo para impulsar los cambios. La ofensiva reaccionaria impuso sus términos y muchas personas creyeron que este era un gobierno malo, incapaz de resolver nada. Ellos emplearon todos los métodos, no escatimaron medios, cada día antes de las elecciones, declaraciones del presidente de la Bolsa de Comercio, el país irá a la hecatombe, sino no sale Piñera, las declaraciones de alto ejecutivos del comercio y de la industria en los mismos términos. Salió a luz el caso del compañero Salvador Apablaza, que iba ser extraditado de Argentina, acusado falsamente de ser ejecutor intelectual del asesinato de Jaime Guzmán. Se diò por hecho, primero en México la captura de otro supuesto participante, días después el mismo fue capturado en Francia. En la Araucanía era igual que el far west americano, nadie estaba seguro, cada día un incendio, un atentado, un camión asaltado. Sin embargo la realidad era otra, miles de turistas llegaban a la región por sus hermosos lagos y ríos, sus cordillera nevada, sus termas, esto no salía en los medios de comunicaciones de masas, en manos de los grande empresarios. La respuesta era lenta y mala o simplemente no había respuesta.

La derecha y sus cuentos