domingo, diciembre 11, 2011

La persecusión continúa


El gobierno en su lucha implacable contra la corrupción, lucha también contra aquellos que se aprovechan de los bienes sociales que el Estado otorga a los chilenos más vulnerables, presentando querellas por doquier. Los enemigos de hoy son los exonerados políticos y los que mintieron haciéndose pasar por pobres.
Sin embargo cuando se trata de grandes empresas que buscan subterfugios para no pagar los impuestos correspondientes, no dice esta boca es mía.
En el caso de los exonerados políticos, muchos de ellos presos, torturados, exiliados, fueron perseguidos durante la dictadura fascista de Pinochet. Miles quedaron sin trabajo, expulsados de sus trabajos desde la administración pública, de asentamientos, de empresas estatizadas. Miles salieron del país, pero también miles integraron las listas negras sin tener un trabajo formal en el país.
Ahora el gobierno los deja fuera del beneficio, que se otorga al resto de los pensionados al otorgarles la gratuidad en la atención por salud. Los exonerados deben continuar pagando el 7% en salud a pesar de recibir una pensión inferior a $ 150 000. Podríamos decir que continúan siendo perseguidos.
El ministerio del Interior monta un show, diciendo que existen 1.742 carpetas, que contienen supuestas infracciones a la ley. Estas son estudiadas. Veremos que pasa con ellas. Sin embargo hay varios ex senadores y ex diputados que fueron partidarios del golpe, como también algunos ex funcionarios de organismos represivos que ostentan la categoría de exonerados. No vemos el mismo celo en investigar estos hechos.
Mucho se habla que senadores o diputados entregaron certificados, donde decían conocer a determinada persona como militante de un partido. Debemos decir que éste certificado era un documento más, de la serie de antecedentes que debía presentar quien postulaba a la calidad de exonerado político.
Existían varias comisiones que pedían diversos documentos. Primero debía ser calificado como exonerado y desde allí pasaba a las comisiones. Todo el trámite duraba varios años. En el intertanto unos se aburrían y desistían y otros fallecían esperando, una pequeña reparación del estado contra la injusticia cometida por la dictadura.
Ahora el gobierno quiere decir que este es un derecho mal otorgado, al parecer piensan que es mucho el dinero que reciben.
En relación con el caso de los falsos pobres, se dice que mintieron en los datos entregados para obtener beneficios que les corresponden a los más pobres.
La mayoría de la población se ve obligada a mentir ya que una persona que posee casa propia y trabajo estable o pensión, aunque sea una renta miserable, ya no es considerado una persona digna de algún beneficio.
Tampoco toma en cuenta a los de tercera edad, que son más vulnerables, por problemas de salud al requerir más medicamentos y si necesita una alimentación especial no puede hacerlo por tener serios problemas económicos. Se supone que en esta edad, la persona debiera gozar de una vida más tranquila, pero ello no es posible.
Por la forma de medir la pobreza según el gobierno, cada día hay menos pobres, por lo tanto también menos dinero para gastos sociales.
Esta es la gran política del actual gobierno.

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