lunes, enero 24, 2011

Fin al gran montaje


La Corte Suprema dictaminó no dar la extradición pedida por el gobierno colombiano del ciudadano chileno Manuel Olate, pues las pruebas presentadas por la fiscalía no eran suficientes.
Queda en evidencia que esto era un montaje, en primer termino en contra del movimiento mapuche que lucha por autonomía y por sus territorios usurpados por el Estado chileno y de paso se involucra al Partido Comunista. A uno de sus diputados y directamente al militante de ese partido, Manuel Olate, tratando de cazar dos pájaros de un tiro. Olate es un dirigente que cumple tareas internacionalistas que siempre ha caracterizado a este partido.
Las acusaciones no resisten el menor análisis, es desconocer la historia mapuche, ellos siempre han luchado en defensa de su territorio y su cultura. Entre ellos se distinguieron estrategas militares como Lautaro, Pelantaru, Caupolicán.
La lucha de hoy es diferente, es una lucha por obtener el reconocimiento constitucional y su autonomía, con movilizaciones, con mesas de diálogos. Los problemas han surgido porque los gobiernos no han cumplido los acuerdos prometidos.
El diputado Edwards sin embargo insiste majaderamente que existen las conexiones entre las FARC y los mapuches. Para esto sacan a relucir los informes entregados por el gobierno de Colombia sobre supuestos viajes e entrevistas de ciudadanos chilenos. Dichos informes fueron entregados a dirigentes de la derecha chilena, entre ellos a Piñera, cuando aún no era Presidente. La fiscalía chilena ya estudió hace más de un año dichos antecedentes y los rechazó por no tener validez.
Ahora dicen que respetan el fallo, pero insisten en su verdad. Dicen que es necesario investigar el financiamiento de las organizaciones que luchan por la paz de Colombia
Dan como argumento que en la región no hay inversiones desde hace más de 6 años por la violencia del conflicto que “provocan” los mapuches.
Se quiere desacreditar a los mapuches, diciendo que promueven la violencia. Pero habría que ver a quien favorece la violencia, no a los mapuches esta claro. Es evidente que las provocaciones existen y más de algún mapuche equívocamente actúe sin tener en cuenta la lucha general. Estas son posibilidades que seguramente la Fiscalía no investiga.
De lo que se trata con la persecución, criminalización de la lucha, es atemorizar al pueblo mapuche e impedir su lucha por la autonomía, su cultura y su tierra. El diputado Edwards debiera dar explicaciones por su equivocación, por mantener una mentira, una falsedad contra esta gente y pedir perdón.

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