domingo, abril 11, 2010

Todos somos iguales


El Presidente Piñera dijo en su primera gira al extranjero, que “Todos tenemos conflictos de intereses, menos los santos y los muertos” esto es simplemente relativizar este problema, justificar su forma de actuar y la de sus partidarios. Realizar cualquier cosa para conseguir el éxito en sus propósitos de acumular riquezas. Muchos de los nombrados en puestos de gobierno han estado al borde de la ilegalidad.
La mayoría de los chilenos, la gente de trabajo no tiene conflictos de intereses. Se sabe que la gente con menos ingresos paga sus deudas puntualmente y si muchos caen en el famoso Dicom es porque han quedados cesantes o alguna tragedia les ha sucedido. Sus deudas son siempre para comprar algo necesario, no para especular o vender cuando las cosas mejoren.
Aunque el tango diga; “es lo mismo ser un burro que un gran profesor”. No todo es lo mismo, hay grandes diferencias entre los que usufructúan del poder y la mayoría que esta bajo el dominio de ese poder. El dictador Pinochet hizo una cadena nacional para decir que el precio del dólar no sería alzado, al día siguiente antes que cantara el gallo éste subió. Lo cierto es que muchos que estaban en el gobierno naturalmente sabían de esta alza, de tal manera que compraron a bajo precio, en un abrir y cerrar de ojos vieron aumentar su capital, sin moverse de su oficina como decía una propaganda.
Así aunque la ley diga que todos somos iguales, en la práctica hay explotadores y explotados o sea la gran mayoría del país, incluida la “clase media”.
El trabajo de los obreros, empleados, campesinos, temporeros, pescadores artesanales, es mirado en menos, como si no sirviera para nada. La explotación es de diferente niveles, quienes reciben menos del mínimo, otros con el mínimo, muchos sin contrato, la gran mayoría sin derechos laborales, desprotegidos. Muchas empresas han optado por despedir trabajadores por fuerza mayor, término que generalmente es para eludir su compromiso con los trabajadores, lo que significa en la práctica no pagar nada.
Sin embargo sin trabajadores que produzcan, aunque los empresarios tuvieran mucho dinero, quién sacaría el cobre de la tierra, quién cosecharía los frutos de la tierra, para que el pan llegue a la mesa, los peces, todo lo que se produce en el país. Sin los trabajadores no hay riqueza. Esa es la verdad que se oculta, que muchos no quieren ver.
Los trabajadores debemos luchar por nuestros derechos amenazados por el gobierno del gran empresariado. El primero de mayo debe ser una demostración de unidad y de lucha en defensa de nuestros derechos

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