Hay que gobernar para el pueblo

Los resultados de las elecciones a Presidente de la República, se pueden interpretar de diversas formas. Algunos sacan cuentas alegres y se sienten ganadores en la segunda vuelta y actúan en consecuencia.
La Concertación y el Gobierno saben que el escuálido porcentaje que saco Eduardo Frei, menos del 30%, les exige cambios de inmediato. Quines dirigen el comando presidencial trabajan para disminuir los 14 puntos que tiene a su favor la derecha pinochetista.
Esto ha sucedido por el incumplimiento del primer programa de la Concertación y el cogobernar con la derecha. El pueblo esta cansado de la política de los consensos, de acuerdos en pasillos para dictar cualquier ley, sin consultar a la ciudadanía. La mayoría de las leyes favorecen a los grandes empresarios.
Quizás lo más elocuente es la LGE, que se aprobó en contra de los estudiantes y la revolución de los pingüinos, sin tomar en cuenta la comisión que nombro el propio gobierno. Sin tomar en cuenta las mayorías que exigían educación pública estatal y el fin de la educación municipalizada entre otras cosas.
La actitud prepotente de la Ministra de Educación Mónica Jiménez, que declaro que la deuda histórica no existía y que el bono SAE no debió pagarse, llevó a los profesores a un largo paro. Con esto el gobierno alejo a miles de profesores aplicándoles una política de derecha, de represión, desconociendo el aporte que hace el profesorado a la educación.
Para los empresarios, para los banqueros hubo dinero para salvarlos de la crisis, para los trabajadores un misero 4,5 % El gobierno en concomitancia con la derecha aprobó este reajuste, que en definitiva será para la mayoría, sean trabajadores públicos o privados. En estas situaciones, como en otras la Ministra de Educación y el Ministro de Hacienda trabajaban para Piñera
Por esto el pueblo castigó a los gobernantes y a su candidato.
El acuerdo mínimo que plantea Arrate y la izquierda debiera ser prioridad para derrotar a Piñera y este acuerdo debiera ir acompañado con cuestiones prácticas, con medidas concretas y no sólo promesas.
Los pensionados debieran ¡¡ ya, ahora!! Estar exentos del pago del 7% de salud. Son personas que toda la vida aportaron al país con su trabajo. Sin ellos no se construye nada, no hay riqueza. Que no diga el Ministro de Hacienda que es una medida populista. Siempre que se trata del bienestar del pueblo es populismo.
Esta es la única forma de reencantar a gran parte de los chilenos que creyó, “Que la alegría ya viene”