domingo, octubre 18, 2009

El agua en peligro






Cuando se habla del cambio climático, se dice el ser humano es culpable. Esta afirmación demasiado general deja indudablemente ocultos a los verdaderos culpables. Por que si todos somos culpables, en el fondo nadie es culpable. Analicemos esta afirmación, que daño puede hacer una persona, que nace en una ciudad, vive en ella, trabaja en ella ¿de que realmente estamos hablando? Naturalmente que inconcientemente hace algún daño o tal vez por omisión no cuida el medio ambiente. Sin embargo corresponde a la sociedad decir que hacer, que deberes tienen los ciudadanos con relación al medio ambiente. Se supone que las autoridades saben o debieran saber los problemas de la sociedad en su conjunto y a ellos les corresponde poner las normas a seguir.
En el valle de Copiapó según un estudio del experto estadounidense Charles M. Burt, la agricultura utiliza el 53% del agua del valle y la minería el 31%, el consumo humano sólo alcanza al 10%. Estas cifras son elocuentes, el agua es cada vez más escasa para el consumo humano, en varias ciudades y pueblos el agua se corta durante horas.
¿Cuál es el problema?
El clima del valle es propicio para la agricultura, con agua se puede producir todo el año, de esto se han aprovechado los exportadores de frutas, exigiendo más allá del equilibrio que debiera tener la producción en relación a los asentamientos humanos de la zona.
La minería hace su aporte al desequilibrio, con el 31 % del uso del agua. La pregunta es ¿La producción minera aporta al desarrollo de la región? ¿Es necesaria su producción actual? ¿Hacia donde van las ganancias?
Los datos de la Dirección General de Aguas (DGA), indican que el embalse Lautaro, clave para la región, tiene 7,3 millones de metros cúbicos almacenados al 31 de agosto, en contra de los 10 millones que tenía en la misma fecha del año pasado y los 13 millones de metros cúbicos que es su promedio histórico en esta época.
Según el último reporte anual de disponibilidad hídrica destinada al riego, entregado hace una semana, los pronósticos para la temporada 2009-2010 son bastante complejos para Atacama, especialmente para la cuenca del Copiapó: el volumen de deshielo histórico llegaría apenas al 50%.
Este es un resumen de lo que pasa, la disponibilidad de agua es cada vez menor por el uso que se le da. Si bien es cierto que la tecnología daría para aumentar la producción de fruta, la capacidad de la cuenca para sostener la vida humana esta limitada por la cantidad de agua, que cada año disminuye debido al cambio climático.
En nuestra zona pasa lo mismo, debido a las plantaciones de pino y eucaliptos, se han secado pozos y vertientes en lugares rurales, cercanos a las ciudades.
La trilogía Sociedad, Naturaleza y Tecnología debe mantenerse siempre con la idea de lograr un equilibrio que no ponga en peligro la existencia de la vida.
Para lograrlo hay que necesariamente cambiar el modo de producción capitalista, que sólo produce para el mercado. Por otro lado, teniendo en cuenta todos los factores del desarrollo de la sociedad, su producción vaya destinado a los asentamientos humanos, de acuerdo a sus necesidades.
Fue durante la dictadura, específicamente en 1981, cuando nuestro país abrió las puertas para empezar a explotar su agua. De acuerdo al Código de Aguas de 1981, reconocido como uno de los más neoliberales del mundo, las aguas ya son bienes nacionales de uso público. Pero esto ni siquiera se encuentra explícito en nuestra Constitución. Así, durante años el recurso se ha constituido como un bien económico, lo que dio pie a la privatización y que hoy, tres empresas ocupen más del 80% de todas las aguas de nuestro territorio.
La dictadura transformo el agua de bien público a mercadería transable en el mercado, que ha servido para la especulación y el uso desmedido por parte de las empresas mineras. Agua que una vez ocupada no sirve para riego ni para el consumo humano. Las compañías que pagan casi nada de royalty, se llevan las ganancias al extranjero y nos dejan a cambio material tóxico y agua contaminada.
El Comando Medio Ambiental del candidato presidencial Jorge Arrate, quienes están preocupados del medio ambiente han puesto en el tapete la necesidad de preservar el agua y lograr de esta forma una vida mejor para todos. Y como parte importante de su programa antineoliberal, esta la nacionalización de este vital elemento.

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