La escalada sediciosa

Los últimos acontecimientos que ocurren en el continente, son graves y peligrosos. Dejan al descubierto que la derecha reaccionaria de América Latina y de nuestro país, jamás serán democráticas. Bolivia, donde el gobierno obtuvo cerca del 70% de los votos en el proceso revocatorio, esta nacionalizando las riquezas básicas, que permite mayores recursos en beneficio de las mayorías postergadas, pensiones a trabajadores, plan de alfabetización, crear una nueva Constitución, con la participación de gran parte de los bolivianos, Ante esto la reacción interna e internacional se lanzó en una escala de sedición y golpe de estado cívico, utilizando todos los medios a sus alcances, organización de grupos para militares, atentados dinamiteros y la masacre de un grupo de campesinos.
Lo curioso por decir lo menos, es que la derecha chilena, que pide de inmediato aplicar la ley antiterrorista, ante cualquier actividad o movilización del pueblo mapuche, en este caso no dice una palabra para condenar lo ocurrido en Bolivia. En tiempos de Allende estos grupos se llamaron Patria y Libertad, allá se llaman los cívicos y tienen licencia para saquear y asesinar a los partidarios de Evo.
Como la reacción en América Latina. ve en peligro sus privilegios, se une bajo la férula de los yanquis, apoyándose mutuamente. En Bolivia apoyan a quienes quieren derrotar al gobierno constitucional. Aquí satanizan las movilizaciones y huelgas, por estar contra de la institucionalidad.
La reacción se cree con todos los derechos para mantener sus privilegios y no trepidan en nada, vender las riquezas del país por migajas si es necesario a sus intereses, en Bolivia contrataron a sicarios peruanos y brasileños, los que asesinaron a campesinos, quemaron y saquearon bienes públicos.
En Chile el senador Espina y el candidato presidencial, señor Piñera, derechistas, piden con fuerza represión, la aplicación de la ley antiterrorista en contra de los mapuches. Dicen que tienen antecedentes concretos de la participación de la FARC colombiana y que hay grupos guerrilleros actuando en la región.
La Agencia Nacional de Inteligencia ANI investigó estos antecedentes, declarando que no hay vínculos con organizaciones militares extranjeras. Pero ellos insisten majaderamente que es así. El ministro del Interior los calificó de ingenuos, al creer la información de parte del gobierno de Colombia, que no es precisamente digno de confianza.
Debemos pensar como sería un posible gobierno de la derecha en nuestro país, ahora que la crisis económica mundial se agrava. Como sería la represión ante protestas de los trabajadores, sus legítimas aspiraciones se verían fuertemente reprimidas, por un gobierno dictatorial.