Defendamos Bolivia

Cansado por la constante intromisión del embajador yanqui en los asuntos de su país, el Presidente Evo Morales expulsó al señor Philip Goldberg. Este diplomático conspiraba y financiaba a los prefectos, que se oponen al camino impulsado por el pueblo, creyendo que Bolivia, es una república bananera, en que ellos deciden y hacen lo que quieren. Este personaje es ya conocido por su actuación en Kosovo donde se dividió a una región convirtiéndola en Estado, por que así convenía a los intereses yanquis.
Bolivia vive hoy un difícil momento. Es lo mismo que ocurrió en Chile para derribar al Presidente Salvador Allende. Se debe impedir que el Gobierno americano se siga entrometiendo en la vida de Bolivia.
Lo principal es colocar en primer lugar el principio de No Intervención en los asuntos internos de cada país. Bolivia debe ser soberana para elegir el camino que desee y más aún después del Referendo Revocatorio realizado hace poco en Bolivia, donde el Gobierno obtuvo cerca del 70% de apoyo, cuestión que desespera a algunos prefectos. Como no pueden derrotarlo, en forma democrática toman el camino del golpe y la sedición.
La Presidenta de Argentina, el Presidente de Brasil, el Presidente de Paraguay, además del Presidente de Venezuela declararon el apoyo irrestricto al Gobierno Constitucional de Bolivia.
Nuestra gran poetisa Gabriela Mistral, exigía a la juventud de su época ir a luchar al lado de Sandino, en defensa de la soberanía de Nicaragua. Hoy, su voz se levantaría en solidaridad con Bolivia. Debemos condenar esta escalada golpista.
La defensa del camino propio es ineludible, la construcción de una patria para todos es inclaudicable. La defensa de Bolivia es el deber de todos los latinoamericanos.
El pueblo y el gobierno de Bolivia, con mucha paciencia ha ido haciendo su propio camino, nacionalizando sus riquezas, utilizando las ganancias en dar educación, salud, pensión a la tercera edad, construyendo una patria digna para todos los bolivianos.
Nuestra tarea hoy es solidarizar con Bolivia.
¡No a la agresión!