Vamos

El recuerdo de lecturas pasadas, aunque lejanas parecen hoy día actuales. Leyendo al científico Iván Pavlov, supimos que descubrió lo que se llamó los reflejos condicionados. Experimento con perros.
“Pavlov es conocido, sobre todo, por la formulación de la ley del reflejo condicionado, que desarrolló después de advertir que la salivación de los perros que utilizaba en sus experimentos podía ser resultado de una actividad psíquica. Al efecto, realizó el famoso experimento consistente en tañer una campana antes de dar el alimento a un perro. Para concluir, cuando el animal estaba hambriento, empezaba a salivar en cuanto oía el sonido habitual”
Esto naturalmente se aplica al ser humano y los capitalistas que abjuraban de los métodos científicos hacen su agosto, aplican este principio y lo desarrollan al extremo. Logran que muchas cosas innecesarias pasen a ser una necesidad.
Hoy día, un teléfono celular que tiene varias funciones nuevas, es una necesidad tal, que cientos de personas hacen fila para adquirirlo, esperen día y noche para obtenerlo. Naturalmente pagando su precio que no es barato. La información dice que se han vendido más de un millón de ellos. En nuestro país que queda al fin del mundo, hay inscritos que lo desean con ansiedad.
¿Donde vivimos? ¿En un espejismo? Millones no se dan cuenta de la gran crisis alimentaria que se nos viene encima, que en varios lugares del planeta se esta viviendo, como Africa, Asia y nuestra América morena. Tenemos el último grito de la moda y no nos importa que miles sufran hambre, que se asesine, que se invada países, que se torture, que millones sean desplazados, que el clima cambie por causa humana, que los alimentos los transformemos en combustibles. En verdad para muchos cuesta saber en que mundo vivimos. Vamos al despeñadero, en un tobogán, felices, mostrando nuestras tarjetas de créditos, nuestras últimas adquisiciones, directamente al abismo. Seremos los últimos representantes de una especie, que surgió de la naturaleza y que por incapacidad se auto extermina.
W. Somerset Maughan escribió hace muchos años:
“opinan que nuestros innumerables inventos, con nuestras fábricas y máquinas, y todo lo que producen, hemos buscado la felicidad en lo material, y que la felicidad reside en lo espiritual. Opinan también que el camino que hemos elegido conduce a la destrucción”
Tal vez tenga razón, pero la sociedad de hoy en su búsqueda de la ganancia ha olvidado las necesidades humanas, afectando a la mayoría de la población.
Espero que reaccionemos a tiempo y pongamos al servicio de la humanidad el desarrollo de la técnica.