martes, abril 01, 2008

El negocio del miedo

Los noticiarios en todos los canales de TV, nos muestran los primeros quince minutos hechos delictuales, crímenes, asaltos a bancos, a casas particulares, violaciones, femicidios, narcotráfico. El televidente queda convencido que vivimos en el oeste, los detenidos, tienen nutridos prontuarios policiales, sin embargo andan libres.
Después vienen las noticias de la farándula, sobre los políticos y luego deporte.
Con esto se crea una sensación de total inseguridad. Siendo este tema uno de los más importantes entre la Concertación y la Alianza por Chile, en las elecciones que se nos vienen encima
De tal forma que surge la necesidad de resguardarse y protegerse de los delincuentes de todos los pelajes.
Poner protección a ventanas y puertas
Perro guardián y no cualquier perro, sino de raza
Contratar para que se monitoree la vivienda y alarmas
Guardias de seguridad
Resguardo perimetral
TV en circuito cerrado
Todo esto cuesta una enormidad de dinero, así que dependiendo de lo que uno tenga podrá poner uno u otro sistema. Esta industria de seguridad mueve en el país más 500 millones de dólares.
Y quienes dirigen estas empresas, son personas ligadas con la dictadura, ex FF.AA., es un gran negocio.
Cada bicho en su agujero, dice la canción del temucano, ahora se puede decir cada uno en su fortaleza, siempre que se tenga el dinero suficiente, o sino como Dios quiera. Vivimos en prisión, vemos el sol a cuadritos.
Todo tiene su contra, Manuel Rojas escritor chileno, en sus cuentos, relata, que dos chilenos que vivían en Buenos Aires, recorriendo el barrio Palermo, barrio pirulo, pasaban todos los días frente a una de estas casas, que tenían como guardias unos mastines de fiero aspecto. Les arrojaban pedazos de carne, al principio ladraban como fieras. Luego de un tiempo, se dejaban querer. Un día llegaron con un camión y se llevaron todo lo que pudieron, los mastines suaves como ovejas.
La verdad es que los delincuentes que trabajan en esto, se preparan, saben como desactivar las alarmas, como entrar a cualquier lugar. Estudian, se perfeccionan, estamos hablando de profesionales. Lo principal es que se trata de grandes delincuentes, que son capaces de clonar tarjetas, de asaltar bancos. Además tienen dinero para pagar buenos abogados.
La política antidelincuencia, sólo se preocupa de la parte represiva. Ahora tenemos cárceles concesionadas, que es un buen negocio, y los presos sobran.

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