lunes, febrero 04, 2008

Militarización de la zona

Se ha terminado una larga huelga de hambre, 112 días de la activista Patricia Troncoso, ante este hecho hay variadas posiciones. La gran mayoría se han alegrado por el acuerdo que permitió salvar la vida de Patricia.
Otros, entre ellos Jovino Novoa, ex subsecretario de la dictadura de Pinochet, estima que es un asunto grave el pactar con terroristas y que el gobierno no debió ceder a las peticiones. Esta claro que para él la vida de esta mujer no tiene ninguna importancia. Que la ley antiterrorista dictada en tiempos de Pinochet, es sagrada, inamovible.
A los comuneros se les aplicó la ley antiterrorista, con toda la falacia que ella conlleva, testigos sin rostros ¿Quiénes son estos testigos? ¿Y por que deben ser tan protegidos? ¿Son pagados, u obligados a declarar bajo presión de las autoridades? ¿Tal vez sean empleados de alguna gran empresa? Son preguntas que quedan cuando se aplica esta ley.
En el fundo Santa Florinda, se acusó primero a comuneros de estar robando madera, luego que provocaron un incendio. La verdad que fueron detenidos en sus comunidades y acusados de actos violentistas. El juzgado de Carahue los dejó a la mayoría en libertad, pues estaban autorizados por la empresa. Habría que preguntarse quién ordenó ese operativo conjunto de carabineros e investigaciones y porqué.
De los tres muchachos que fueron acusados de quemar un camión, uno salió en libertad, por que se comprobó que no estuvo allí, los otros dos muchachos están en libertad, con medidas cautelares. Las pruebas que se presentaron son insuficientes. Si estos casos hubieran estado bajo la ley antiterrorista, lo más seguro que estarían rápidamente condenados.
Alguien asaltó y quemó un camión en la carretera 5, inmediatamente se dijo que eran comuneros, y el presidente de los camioneros pidió la aplicación de esta ley. Uno puede pensar mal, como por ejemplo, que existe interesados en crear un clima tal, para reprimir a los mapuches, para poder construir sin problemas el aeropuerto de Freire, igual que las represas en el alto Bio-Bio o en Panguipulle.
¿Qué hay detrás de esta campaña? Se quiere presentar que no hay tranquilidad en la zona y se justifica la militarización.
El movimiento mapuche no debe dejarse provocar y exigir que se deje estigmatizar a los comuneros. Las organizaciones políticas de izquierda debieran unirse para impedir la arremetida empresarial, que afectará a mapuches y chilenos.

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