Los mapuches

La historia en general la escriben los vencedores. Los chilenos no podemos ser una excepción, esto se demuestra en el conflicto mapuche. La historia presenta a los mapuches como pueblos sin cultura. Nosotros pertenecemos a la cultura occidental y cristiana, heredada de los europeos, de tal forma que todos los pueblos que no pertenecen a esta cultura, son pueblos bárbaros.
Es la justificación para oprimirlos, para imponerles un sistema desconocido que los somete a explotación. Los españoles dijeron que eran seres sin alma, así que esclavizarlos y masacrarlos no era pecado.
Los chilenos, iniciaron la llamada pacificación de la Araucanía, obligando al pueblo mapuche a vivir en las reducciones que les destinó el Estado chileno, en las tierras de baja productividad. En la historia siempre se oculta lo principal, los intereses económicos.
Durante mucho tiempo la noche de San Juan, encubrió el We xripanto, que estaba prohibido por ser una fiesta pagana. Hace pocos años salió con fuerza a la luz pública y hoy se celebra como fiesta mapuche reconocida por el estado. La lucha de distintas comunidades, impusieron el We xripanto.
En el lenguaje también pasa lo mismo, utilizamos una gran cantidad de palabras del mapudungun, muchas sin conocer su verdadero significado. Algunas se usan mal, como huinca, que creemos que su traducción es hombre blanco. Huinca significa; invasor, agresor, ladrón, naturalmente que hay más acepciones. Si esto es correcto a la mayoría de los trabajadores chilenos no se les puede decir que son huincas, porque no hemos participado en el despojo a que es sometido el pueblo mapuche.
Hoy a Patricia Contreras, se le esta castigando por defender sus derechos como persona. El racismo esta latente y el gobierno de la Presidenta la dejará morir. Nada importa, es sólo una activista.
El paternalismo, el asistencialismo y la asimilación, hasta hoy día no han resultado, a pesar de ello el pueblo mapuche ha mantenido sus tradiciones y su cultura. Para que esto comience ha solucionarse es necesario que se reconozca que somos un país plurinacional, que debemos convivir y desarrollarnos entre todos. La cámara de diputados aprobó el convenio 169 de la OTI con enmiendas que le hizo el senado, que le quitan la razón de ser del convenio, o sea proteger a los pueblos originarios. Esto ha significa un gran error del Estado chileno.
Hoy día el pueblo mapuche, tiene profesionales, intelectuales. Es verdad que es difícil lograr la unidad, por diferentes factores, pero esto no puede ser un obstáculo para que las comunidades encuentren el camino para establecer la autonomía. Hay capacidad, sólo falta la voluntad política del Estado chileno.