Septiembre

El mes de Septiembre, tiene para nosotros los chilenos algo especial. En él se resumen todas nuestras tragedias, todas nuestras alegrías. Es un mes tormentoso, de luces y sombras, de amarguras, de victorias y derrotas.
El 4 de septiembre de 1970, el pueblo derrotó a la reacción en su propio juego. (Algo que años después los venezolanos y bolivianos lograron) Las elecciones, donde ganó Salvador Allende fue algo notable, a pesar de la gran campaña anticomunista, se derroto a la reacción. Se dijo por parte de ellos que si ganaba Allende, las hordas marxistas arrasarían con todo, quedaría la crema. El pueblo sereno, celebró como lo hacen los grandes. En todas las poblaciones populares hubo fiestas, asados, parrilladas, vinos, una gran alegría, la esperanza de lo nuevo. Preparándose para impedir que el Congreso rechazara la primera mayoría en noviembre. Todo con una tranquilidad del que esta seguro de tener la razón.
El 11 de 1973 la traición artera, dirigida por el imperio, dio el Golpe de Estado encabezado por Pinochet. Comenzó la noche siniestra para el pueblo. Allende, Jara, Neruda fueron asesinados. Figuras del pensamiento revolucionario de América Latina, Allende el hombre de la paz, el hombre de la democracia, el constructor de lo nuevo murió el mismo 11. Los alzados, generales traidores salieron con sus tropas a las calles del país sembrando la muerte, el terror. Miles de trabajadores fueron asesinados, se asaltó las casas de los partidarios de Allende.
Las horda fascistas barrieron con toda las conquistas del pueblo chileno, logradas en grandes batallas. Quitaron inmediatamente el medio litro de leche para los niños, devolvieron empresas y fábricas a los empresarios, vendieron todo a precio de huevo. Muchos se hicieron ricos de la noche a la mañana, el país fue puesto a la venta.
También se celebran las Fiestas Patrias en este mes. El nacimiento de nuestra nacionalidad, que siempre celebramos en grande, a pesar de nuestros problemas, de la cesantía, del transantiago, de las alzas de precios.
También llega la primavera, con sus verdores, con sus flores, con sus frutas, sus aires perfumados, con los días soleados, con los volantines. Y con ella también ronda el amor, todo se transforma, la vida estalla.
Alguien propone que para que haya paz en el país, es necesario olvidar a Allende y a Pinochet. Esto es sólo una artimaña para aquietar el inicio de la marcha de los trabajadores para abrir las alamedas, que traerán Democracia, participación y la construcción del socialismo.