jueves, marzo 22, 2007

Otra mirada

Otro enfoque



En la pagina web, “rebelión.org,” leí una entrevista hecha a un profesor Universitario francés Serge Latouche que propone la teoría del descresimiento y lo fundamenta, según mi opinión muy bien. El dice que en primer lugar el planeta tierra es uno, que debemos considerar esto para planificar la producción.
Establece que el crecimiento, se ha convertido en un fin en si mismo, que si seguimos creciendo así, es algo que nos lleva a la declave, que es un suicidio.
En la entrevista asegura que se necesita 1,8 hectárea para mantener una persona, en ella incluye todos los gastos, que se necesitan para esta producción, energía, aceites, petróleo, transporte etc, etc. O sea un gran costo, que debemos considerar.
En el planeta hay 51.000 millones de hectáreas, de las cuales 12.000 millones son bioproductivas. De ellas dependemos todos los habitantes del planeta. Esta es una verdad objetiva, no hay más tierra que la que se vé. O sea debería cada habitante de la tierra mantenerse con 1,8 h, como sabemos esto no es así. Hoy día hay millones de personas excluidas de estos beneficios.
Si quisiéramos vivir como los españoles, con su actual nivel de vida, se necesitarían 4,5 hectáreas por personas, sería necesario dos planetas y medio, si consideramos a los franceses, tres planetas y si consideramos los estados unidenses, seis planetas. Como vemos nada que pueda ser real, nada que pueda ser viable. Y de seguir creciendo al 2% anual, en año 2050 sería necesario 30 planetas.
“¡Un 20% de los habitantes del planeta consume un 86% de los recursos del planeta! Y en la cúspide estamos la llamada clase consumidora mundial: 600 millones de personas (cifra que coincide con los automóviles que circulan en la Tierra), distribuidas así: 300 millones en Europa, 200 millones en EE. UU. y 100 millones en Japón y China.” Esta es una de la respuesta en la entrevista, que da el profesor Serge Latouche.
En nuestro país todo se juega al crecimiento, sin importar el daño que se causa a la naturaleza, y como siempre tarde o tempranos la naturaleza nos cobrará por lo que hacemos, claro que siempre pagaremos los pobres de este país.
Lo que yo sostengo que es necesario lograr un justo equilibrio entre la producción material y la naturaleza, además la utilización correcta de la técnica, que nos permita causar el menor daño a nuestro entorno. Calcular cuanto es necesario producir, para mantener en forma equitativa a la población.
Recuerdo que entre las cuarenta medidas del gobierno de la Unidad Popular, estuvo la de repartir medio litro de leche a todos los niños del país, esta medida de gran humanismo impulsada por Allende, era adecuar la producción para satisfacer las necesidades de los hombres.
La idea central de todos debiera ser buscar soluciones a nuestros problemas, no dejar todo en manos de los gobiernos, no dejar todo en manos de los expertos, organizarse y participar. Someter a plebiscito las medidas que de una u otra forma incíden en el futuro. Algunos dirán que este procedimiento es lento, engorroso, pero sino nos detenemos a planificar para salvarnos, todo indica que vamos al colapso.

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