Estamos en peligro, vamos a un gran desastre, sino se aplican drásticas medidas, para evitar el cambio climático, esto nos es una alarma de ambientalistas y ecologistas locos, marginales, que el mundo de los negocios y la industria, ha desprestigiado en forma reiterada, refiriendo a ellos como personas que están en contra del progreso de la humanidad. Se han gastado miles de resmas de papeles, se ha escrito en diarios y revistas, sobre las consecuencias que tendría para los países pobres, el calentamiento global, hasta ahora nadie escuchaba, EE.UU. y Australia no han firmado el tratado de Kyoto, que son los que más contaminan.
El señor Nicholas Stern, asesor de la Administración británica y economista, ex integrante del Banco Mundial, que vislumbra un panorama desalentador si el mundo no toma medidas para atajar el problema de cambio climático. El informe “Stern”, dice que se debe actuar ahora, de lo contrario el costo será equivalente a perder el 5 % del Producto Interno Bruto, calcula además, que esto puede llegar a crear a millones de refugiados, porque sus países pueden resultar afectados por grandes sequías o inundaciones.
El informe es contundente, dice que a consecuencia del calentamiento global, se vera afectado el acceso al agua potable, la producción de alimentos disminuirá y millones de personas pasarán hambruna.
La recomendación que hace Stern, es que, ya, ahora se debe actuar y que es necesario invertir en ello, el 1% del Producto Interno Bruto.
Pero cual es el problema, para solucionar o disminuir las consecuencias del cambio climático, es que las soluciones que se proponen no van al fondo del asunto, por que ellas no tocan para nada los intereses de las grandes transnacionales. Debiera entre otras, disminuir drásticamente la producción de vehículos particulares, que es la que contamina en una gran proporción y darle por ejemplo una mayor preponderancia a la locomoción colectiva. Terminar con la deforestación y la utilización más racional del agua. Prohibir terminantemente la fabricación de armas. Adoptar energías, como la solar, la eolica y por sobre todo producir para las necesidades humanas, no para las grandes trasnacionales. EE. UU. Aún no firma el trato de Kyoto, lo firmará ahora, que no son los ambientalista y ecologistas, los que advierten sobre el desastre que se le avecina a la humanidad. Pienso que ¡no!, se hace necesario que todos, de alguna u otra manera presionemos para salvar el futuro.
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