viernes, septiembre 22, 2006

Votación

La independencia de los países se ve, entre otras cosas, en la forma en que actúan en los organismos internacionales, los tratados que firman y con quienes continuamente se alían para tomar acuerdos.
Hoy es necesario elegir a un miembro no permanente del consejo de seguridad de la N. A. La disputa en el país, es si se vota a favor de Venezuela o Guatemala. Por Venezuela jamás, dicen sectores ligados en forma permanente a los yanquis, es un gobierno que divide, que hace ingerencia en los asuntos internos de los otros países, que ataca a Bush. Además de no ser democrático, apoya a Cuba y Bolivia. O sea tiene muchos pecados.
Se hizo una reunión en la cámara de Diputados, para ver la conveniencia de votar por uno u otro, si se vota por Venezuela, los yanquis tomarán represalias y no nos venderán los repuestos para los F 16. Lo que significa quedar mal con nuestro socio principal, y se habla que nuestra votación debe ser soberana, que siempre debe tener en cuenta los intereses nacionales.
En general son los mismos que apoyaron el golpe de estado en contra de Chávez, antes que el gallo cantara tres veces, reconocieron al señor Carmona, como presidente de ese país. La historia es sabida, el pueblo organizado saco a Carmona y repuso al presidente legitimo, Hugo Chávez. Esto no se llama intervención, no se llama ingerencia, se llama obsecuencia ante el imperio.
Es mejor no decir nada de Guatemala, no es un ejemplo de democracia, la pobreza se ensaña con la mayoría del pueblo. La corrupción campea por todos lados. Claro, eso, si, es el preferido de nuestro socio principal, para que vamos hacerle un desaire, se puede molestar.
En la lucha por cambiar el destino de nuestros pueblos, por democracia y participación, por que lo que se produce, solucione los problemas de la gente, por una salud para todos, por educación para todos, por trabajo y salarios dignos, porque las riquezas naturales vuelvan a sus verdaderos dueños. Es un deber votar por Venezuela, entre otras cosas para impedir que los yanquis, sigan interviniendo donde se les antoja, imponiendo a sangre y fuego su muy extraña democracia, de los poderosos de los grandes monopolios del petróleo y de las armas.

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