Este es un blog, en el cual quiero decir todo lo que me preocupa hoy día, el calentamiento global, las desigualdades sociales y el destino de las etnias de nuestra A.L:
domingo, abril 23, 2017
La ofensiva reaccionaria
Las elecciones en Ecuador se dieron en el marco de lucha que se da en el continente entre las fuerzas progresistas y la reacción latinoamericana, apoyada ciertamente por el EE.UU. Digamoslo claramente no fue una elección solo entre ecuatorianos. El ex presidente Piñera de Chile, envió un equipo para apoyar al empresario Lasso, como se dice una ayuda entre empresarios, naturalmente con todos los medios disponibles, no solo consejos como se debe realizar la campaña sino financieramente, lo más seguro es que otros empresarios de otros países hicieran lo mismo.
Muchas cosas dependía del resultado de estas elecciones, si ganaba Lasso la vuelta del neoliberalismo sería pan comido y si ganaba Moreno un aliciente para las fuerzas del cambio, las fuerzas progresistas. La reacción sabía esto y trabajo para ello, además tenía que tener su plan B y desde que se inicio el proceso, se hablo de un posible fraude. El mismo día de la elección, de acuerdo a una encuesta a boca de urnas. Lasso se dio por ganador, sin esperar la voz autorizada del colegio electoral. ¿por qué actuó tan rápido? Sin duda para crear un clima de incertidumbre, de desconfianza en el pueblo y presionar internacionalmente. Como decimos en el juego, cara gano yo, sello pierdes tú, de esa forma le gusta participar a la derecha.
UNASUR, la OEA y otros organismos internacionales afirmaron sobre la corrección del acto eleccionario y aceptaron a Lenín Moreno como el legitimo triunfador. Pero el plan B continuo su ejecución. El empresario Lasso aún no reconoce los resultados y ha sacado a sus partidarios a la calle, movilizándolos ¿para qué? ¿que se pretende con ello? Y crear el caos e impedir que el nuevo gobierno progresista de Moreno asuma o simplemente como en Venezuela no dejar gobernar, sabotear, crear el mercado negro, el desabastecimiento, derrocar el gobierno elegido por la mayoría de los ecuatorianos. El fraude es como todas las mentiras, un subterfugio antidemocrático, para impedir la profundización de la revolución ciudadana.
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