Un somero Balance

Se terminó el año 2014 y como en todas las cosas en necesario hacer un balance de lo que pasó, de lo que sucedió y de las implicancias que estos acontecimientos tendrán en el futuro, algunos aún inciertos y otros reales y verdaderos. El gobierno de Michele Bachelet y la Nueva Mayoría lograron en su primer año de gobierno, concretar algunas puntos de su programa presentado a la ciudadanía en las elecciones. En primer lugar la reforma tributaria, la reforma educacional en su primera parte, que termina el fin de lucro, de la selección y del copago. Esto es un hecho de primera importancia, que le permitirá la mayoría de los chilenos tener una educación gratuita de buena calidad y a cargo del Estado. Y se aprobó el cambio del sistema binominal, por otro proporcional, que termina con el empate entre los que obtienen la mayoría y la minoría, que en la práctica impedía cualquier cambio en favor de los trabajadores. Era lo mismo sacar 60% que obtener 30% siempre se obtenía la misma cantidad de diputados y senadores para el gobierno y la oposición, lo que obligaba a la política de los consensos que favorecía a los grandes empresarios. También se lograron avances con los profesores, aceptando los cinco puntos de la agenda corta presentada por el colegio de profesores, entre ellos la titularidad, que en estos día ya salió publicada en el Diario Oficial de la República, es un hecho concreto, que permitirá a miles de profesores terminar con la incertidumbre del fin de año, que no sabían si los contratarían de nuevo o seguirían cesantes. Se aprobó también la Unión Civil de personas del mismo sexo, lo que significa en la práctica la solución para mucha persona que construye su vida con otra del mismo sexo y que quedaban a la deriva cuando moría uno de ellos. Esto soluciona los problemas legales que se suscitan en estos casos y estas familia quedan protegidas por ley. Debo decir que el balance es positivo de lo hecho por el gobierno y la Nueva Mayoría, naturalmente con problemas, como se dice con matices, pero al final de cuenta se logra avanzar en la concreción de medidas que protegen a la ciudadanía. Algunos critican que no se llegó a fondo en todo esto, que las cosas debieron ser más radicales, más profundas, sí, se puede decir que no se logró todo, pero también mucho de las deficiencias en esta reforma corresponden a la falta de movilización de los sectores involucrado. Los estudiantes durante el año 2013 y 2014 no se movilizaron como un todo para exigir la profundización de la reforma, no fueron capaces de avanzar y unir a los diversos actores que luchaban por los cambios, esta fue una de las falencias de la lucha por los cambios que debiera superarse este año. Lo cierto, es que las movilizaciones de 2011 fueron las que impusieron y pusieron en primer plano las reformas que hoy la presidenta Bachelet lleva a cabo, sin ellas hubiese sido imposible que esto pasará. Además el cumplimiento del programa con una fiera oposición de la derecha, que por todos los medios puso trabas, uso triquiñuelas y utilizo una fuerte campaña del terror, para impedir su concreción. No es algo nuevo, es algo que siempre usa la derecha, para impedir los cambios. Se viene la lucha por la reforma laboral, la desmunicipalización de los colegios, el estado docente y por sobre todo por el cambio de la constitución pinochetista. La mayoría de los partidos, de las organizaciones sociales quieren el cambio. Ahora la movilización de todas y todos permitirá que se concrete. Una gran mayoría esta por la asamblea constituyente para elaborar la nueva constitución, que tiene que ser inclusiva y tener en cuanta los diversos sectores sociales que componen el país. La constitución actual esta hecha para reguardar los intereses de los grandes empresarios y no en el interés de todos.