Este es un blog, en el cual quiero decir todo lo que me preocupa hoy día, el calentamiento global, las desigualdades sociales y el destino de las etnias de nuestra A.L:
domingo, febrero 16, 2014
El pueblo venezolano vive días aciagos.
La derecha fascista y los grandes empresarios venezolanos están dispuestos a todo para revertir el proceso democrático que lleva adelante el pueblo. Quieren que las grandes empresas vuelvan a manos privadas, al igual que la educación y la salud. Naturalmente todo proceso tiene defectos, fallas, pero esto lo debe solucionar el pueblo, sin intervención del imperio.
Las famosas protestas, si bien se basan en problemas reales, es algo muy bien planificado, que tiene nombre y apellido. Lo curioso es que el mismo día de la gran protesta en Venezuela, en nuestro país se reúne un grupo a protestar ante la embajada de Venezuela. Además la prensa nacional e internacional publican fotografías atribuidas a Caracas que pertenecen a la famosa “primavera árabe”. El trucaje es evidente.
Por todos lados inmediatamente los demócratas salieron a defender las acciones de la oposición, pero nada dicen en contra del acaparamiento que realizan grandes empresarios, con el objetivo de producir escasez de bienes de consumo diario.
Tampoco se conduelen de la especulación, de las ganancias excesivas, para ellos es normal, dicen que los precios son un efecto del mercado, la usura al parecer es también producto del mercado.
A los grandes capitalistas no les importa que un país se hunda en una cruenta guerra civil, ni que después de derrotar al gobierno legítimamente electo, se instale el fascismo, con su secuela de asesinatos, desaparecidos, tortura.
Nunca creímos que pasaría esto en el país, dijeron muchos demócratas en Chile. Pero se instalo el neoliberalismo a sangre y fuego, dejándonos la sacrosanta constitución pinochetista.
Todo volvió a manos privadas, las mineras, el mar, la salud, la educación, la explotación de los trabajadores quedo al mejor postor, bien lo sabemos los chilenos.
Muchos de los que protestan airadamente en contra del legítimo gobierno venezolano, como el senador Coloma de la UDI, no dijeron una palabra contra las arbitrariedades de la dictadura, al contrario la apoyaron. Hoy no han dicho esta boca es mía, cuando se descubre que hay infiltrados en el movimiento mapuche, que realizan incendios, ponen bombas para culpar a lonkos y machis.
Gutenberg Martínez y el diputado Tarud no se refieren a estos hechos, que realmente necesitan ser condenados, por que se trata de justificar la militarización en la Araucanía.
Tenemos el deber como latinoamericanos de llevar a cabo una solidaridad activa con el proceso del pueblo venezolano. Los pueblos tienen derecho a buscar su propio destino.
Todos con Venezuela, no existe un tercer camino
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