lunes, enero 06, 2014

Asamblea constituyente
Este año 2014 viene con la esperanza del pueblo chileno de lograr mejores condiciones de vida y con más oportunidades para todos. Sabemos que para lograrlo es necesario la unidad, la convergencia y la movilización para llevar a la práctica el programa de gobierno de la presidenta Michele Bachelet. Surgen algunas voces que dicen-que es imposible cumplir, porque creen que sectores que están en la Nueva Mayoría no quieren llevar adelante los cambios y por esta razón lanzan críticas al accionar de los partidos, actuando como “pepe grillo”, como una conciencia separada del movimiento social. Además la oposición tratará por todos los medios de impedir que se lleven a cabo los cambios que exige el país, defendiendo los intereses de los grandes empresarios. La discusión se ha centrado en el cambio de la Constitución actual. Aquí es donde hay más controversia. Algunos quieren el todo o nada, son los mismos que estuvieron con los candidatos alternativos y otros quieren continuar con la política de los consensos. Se propuso por ejemplo por el senador Zaldívar, que se forme una comisión de 10 senadores y 10 diputados para que redacten la nueva Constitución, de esta forma se haría dentro de la institucionalidad. Como si ellos, elegidos mediante el sistema binominal fueran garantía que se tomaran en cuenta los intereses de la mayoría de los chilenos. Como si la “democracia” chilena fuera lo máximo y no un espurio producto de la dictadura pinochetista. La constitución del 80 impuesta bajo la bota militar, sólo representa al sector más reaccionario de la sociedad chilena. Para algunos la democracia es votar cada cierto tiempo y después dejar que las instituciones funcionen, ¿Cómo funcionan? Eso no importa, por que generalmente allí se sacan proyectos de leyes, como la ley que entrego el mar a siete familias del país. Como la que privatizó el agua, que de un bien social paso a ser un bien de consumo. Lo que el pueblo exige es una mayor participación en todas las cuestiones que le concierne. Esta participación ya se dio en Aysén, en P. Arenas, en Freirina y en otras partes del territorio nacional. Las autoridades gubernamentales tuvieron que sentarse a negociar con la ciudadanía. Imponiendo su derecho a intervenir, colaborar, proponer iniciativas al gobierno. Hay que terminar con los acuerdos de cúpula, entre cuatro paredes, el nuevo gobierno debe ampliar al máximo la democracia y hacer participar al pueblo. Algunos quieren impedir que se lleve adelante una Asamblea Constituyente, pues le tienen miedo. Piensan que Chile pueda ser una nueva Venezuela donde se nacionalizó el petróleo y todas las riquezas básicas. Hoy día son propiedad de todo el pueblo, ya no pertenecen a la oligarquía y al imperialismo. Ese es el temor del sector más reaccionario y pinochetista del país. Ningún país es igual a otro. Nosotros vamos abriendo camino de acuerdo a nuestras tradiciones, buscando una democracia participativa, inclusiva. Con una nueva Constitución en que este representado la gran mayoría de la población donde los derechos sociales estén garantizados.

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