jueves, enero 17, 2013

Espiral de violencia
El gobierno de los empresarios, ante su incapacidad para dirigir los asuntos públicos, su incomprensión de lo que significa dialogar, va cayendo cada vez más en un espiral represivo, que es su forma de gobernar. La ganancia es su meta, lo demás no tiene importancia alguna, ante las movilizaciones sociales, primero trato de invisibilizarlas, no tomarlas en cuentas y como las cosas se agrandaban opto por la represión y las acusaciones sin base alguna. En el caso que nos preocupa, del conflicto en la Araucanía, que hoy se agudiza, el señor Piñera, cuando era presidenciable, el señor Allamand, ahora presidenciable y el senador Espina, trajeron desde Colombia un plan completo que ligaban a los mapuches con la FARC. grupo guerrillero colombiano. Antecedentes que no fueron validados por la Justicia. El cual naturalmente tuvo una gran publicidad, los diarios de la derecha lo dieron por cierto. Los mapuches iban y venían desde Colombia, como Pedro por su casa y los colombianos venían a dar sus clases de guerrillas, era en verdad algo increíble. Hace unos días ANI analizo este problema, siguiendo las indicaciones del gobierno “un enemigo fuerte, poderoso y organizado” que de por si es una gigantesco y desproporcionado discurso, lo único que quiere es a aumentar la represión, llegar a establecer el Estado de sitio. Según los argumentos del gobierno, no serían mas de cien los terroristas y sin embargo son “un enemigo fuerte, poderoso y organizado” estos pocas personas son capaces de poner en peligro el Estado, ¿es posible esto? Además de ligarlo con otros movimientos insurgentes de A.L. se reaviva la teoría de Piñera mapuche-FARC y todo se trasforma en complot internacional. No será ponerle demasiado color, no será una apreciación sin fundamento. O una tesis para ampliar la represión a todo el movimiento social. Y sin apurarse mucho se encontraron activistas extranjeros, que resultaron ser personas que defienden los DD.HH enviados por U.E como observadores, una italiana y otra francesa, así el libreto se va armando, ayudados por algunos, que equivocan el camino y ponen obstáculo a la unidad del pueblo mapuche. La historia demuestra palmariamente que las políticas aplicadas hasta hoy día, no tienen resultado, la asimilación, la entrega de prebendas, las políticas de nuevo trato, la división entre mapuche buenos, trabajadores y mapuche subversivos, terroristas, han fracasado. Es necesario buscar una salida política, no elaborada por la elite que nos gobierna, sino con la participación activa, real de las comunidades mapuches, de los mapuches que viven en las ciudades y de los profesionales e intelectuales mapuches. Ellos tienen derecho a decidir que quieren para el futuro. El gobierno debe reconocer constitucionalmente a los pueblos originarios, la aplicación del convenio 169 en toda su dimensión. Sólo así se encontrará la solución al problema que tiene el Estado chileno con la nación mapuche.

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La derecha y sus cuentos