viernes, marzo 25, 2011

La planta nuclear


La discusión entre los grupos de poder sobre que energía es más conveniente para continuar explotando las riquezas del país, salio a la luz pública.
Algunos dicen que no se debe mezclar la política con la técnica, que la discusión debe ser eminentemente técnica, los intereses políticos deben quedar fuera, pero ninguno dice que los intereses económicos también debieran quedar fuera. Eso sería peligroso para los grupos que están en el poder.
La visita del presidente Obama a nuestro país tiene varias lecturas, entre otras ser el dique de contención de los procesos democráticos que hay en el Continente. Un país en crecimiento, donde el modelo neoliberal tiene pleno éxito pero se esconde la tremenda desigualdad social, la gigantesca brecha entre las minorías que lo tienen todo y la mayorías que deben conformarse con migajas.
Sabemos de la firma del convenio sobre energía nuclear, pero ignoramos en que términos se firmo, ya que no ha sido discutido por el Parlamento, pero apunta a la construcción de una planta nuclear, para la generación de electricidad. Como todo lo que hace este gobierno de los empresarios viene con letra chica no sería raro que el desierto de Atacama se convirtiera en un botadero de deshechos de la industria nuclear de las grandes potencias occidentales.
La construcción de las centrales termoeléctricas, que están en carpeta, dice el señor Büchi (ex ministro y ex candidato a la presidencia de la derecha) que los empresarios no deben pedir perdón por la posible contaminación que trae este tipo de plantas. Se piensa en la ganancia más que los beneficios que pueda obtener el país.
La derecha, los empresarios y los medios de comunicación repiten a diario, la necesidad de la construcción de nuevas plantas, porque el país necesita más energía para mantener su crecimiento.
Pero no dicen una palabra para quién es esta energía.
No es para que se desarrolle la industria nacional, pensando en darle valor agregado a la materia prima. Si en lugar de vender nuestro cobre en bruto, como se hace hoy se elaborara, el país estaría ganando mucho más. Si se aplicara la ley de Nacionalización del cobre, firmada por Allende, se recuperarían las minas entregadas con artilugios a la empresa privada. Entonces el país podría indudablemente progresar y solucionar muchos de los problemas actuales. El país contaría con los dineros suficientes para la salud y la educación. El país estaría en condiciones de hacer una explotación racional de nuestras riquezas, con cuidado del medio ambiente.
La energía que quieren los empresarios es para ocuparla en la explotación de nuevos yacimientos de cobre y otros minerales, así como el agua que piden es para eso. No existe ni la remota idea que sea en beneficio de todos los chilenos, no significa un menor costo del consumo de electricidad.
Poco se habla sobre las energías alternativas, como paneles solares, eólicos y geotérmicos. La pregunta es por que no están en los planes de ningún gobierno, la respuesta puede ser porque Endesa (española) es un monopolio demasiado poderosa.
Hay una forma que ahorraría dinero: instalar paneles solares en los edificios públicos, sobre todo desde la octava región hasta Arica, ello ayudaría entre otras cosas a disminuir la contaminación y a la larga sería dinero ahorrado. Claro que hay gente que se opone, sobre todo las compañías que producen electricidad.
El gobierno debiera exigir que todas las casas que se construyan por parte del estado, contaran con paneles solares, dar muestras en la práctica que estamos por energías alternativas.
El problema que tenemos es que gobiernan los grandes empresarios, que aplican el sistema neoliberal y que no existe una oposición unida con un plan de gobierno diferente, que tenga en cuenta los intereses del pueblo chileno y no los intereses de las transnacionales.

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