Fútbol

Las cosas se ponen color de hormiga en el fútbol profesional chileno. Fue derrotado el Presidente de la ANFP, Harold Mayne Nicholls, se podría pensar que esto fue sólo un cambio en una elección democrática, pero no es algo tan simple, tiene sus aristas que van saliendo cada día que pasa.
Hagamos un recuento, primero se levanto la candidatura del Presidente del club Everton, que no prospero y diez días antes de la elección, de improviso surgió el señor Segovia como candidato a la presidencia de la ANFP. La mayoría de los clubes habían prometido el apoyo a la directiva de Harold. Su gestión fue exitosa y la selección bajo la dirección de Bielsa se trasformo en una selección de juego ofensivo y de buen trato del balón.
¿Cómo se logro armar una lista en tan pocos días? Esa es la pregunta del millón, alguien movió los hilos.
Con Harold se lograron varias cosas importantes, una de ella es que los clubes que se atrasaban en el pago de sus jugadores, se les inhabilita su continuidad, se les castigaba con fuertes multas. Se dignifico la carrera de los futbolistas profesionales, no hubo conflictos con el Sindicato de jugadores. Se exigió una mejor estructura en los estadios y en los lugares de entrenamientos.
Además el canal del fútbol entrego dineros de las ganancias en forma más equitativa, que ciertamente favorecía a los clubes pequeños.
El buen manejo de la selección nacional reporto grandes ganancias por ventas de entradas, por publicidad, ventas de camisetas etc .
Ahora se termina todo lo avanzado en el profesionalismo del fútbol y la gestión administrativa. La nueva dirección de la ANFP viene a cambiar todo esto, para favorecer a los clubes grandes vienen por mayor ganancias, por sacarle el jugo al fútbol. Se dijo que la creación de las sociedades anónimas mejoraría el fútbol, pero desde que existen éstas, los llamados equipos grandes no han pasado la primera rueda de las copas internacionales. Ahora aumentaran a 7 la cuota de extranjeros, lo que indudablemente ira en perjuicio de las escuelas de fútbol y de los jugadores chilenos.
Ahora que llegaron los empresarios al gobierno, quieren ocupar también el fútbol que genera grandes ganancias.