Con grandes fiestas, con muchos fuegos artificiales, accidentes, con buenos deseos para todos, augurios de felicidad, amor y salud llegó el 2.009.
Los adivinos, tarotistas, numerólogos han pronosticado un año difícil. Sin embargo la selección chilena de fútbol se clasificara al mundial de Sur África, lo que dejara contentos a moros y cristianos.
El gobierno insistió que ha la crisis la mantendremos a raya, que tenemos todas las herramientas para mantenerla con los menores efectos posibles y se mantendrán las medidas sociales.
Los grandes empresarios han dicho que si la crisis se profundiza, ellos lamentablemente deberán despedir trabajadores, como si no lo hubieran hecho ya, el año que recién se fue. No se puede mantener una empresa que no de ganancias, de tal manera que la culpa no es del empresario, sino de la crisis ¿que le parece? No son los grandes empresarios que nos llevaron a esta crisis, no es el capitalismo que cada cierto tiempo tiene estas crisis cíclicas. Al parecer sólo el destino o el azar tienen la culpa de todo. Y como es la costumbre el costo lo pagan los trabajadores.
Ahora, ¿cual es el camino que se debe seguir? Fortalecer las organizaciones sindicales y poblacionales. La unidad de todos quienes sufren las consecuencias del sistema neoliberal se hace absolutamente necesario, para fortalecer una alternativa, que tenga en cuenta el bienestar de las personas, y no los intereses de los grandes monopolios.
Alguien dijo “cuando la gente honrada se queda en la casa, pululan, los sinvergüenzas de toda laya en el gobierno” guardando las proporciones, en verdad en nuestro país se ha constituido en un ejemplo la negación de nuestros derechos. Elegimos la directiva de una Junta de Vecinos y luego dejamos que ella resuelva los problemas que nos afectan, a ello se limita nuestra participación, hacemos lo mismo en el sindicato o asociación gremial. Votamos por Parlamentarios, Presidente del país, y dejamos que ellos resuelvan los problemas. No participamos, lo hacemos en forma esporádica, cada cierto tiempo votamos. No hay más participación.
Los jóvenes no se inscriben en los registros electorales, porque ven que la actual democracia no los toma en cuenta, además desconfían del sistema que sólo los reprimen cuando quieren expresarse. Se promete ley de inscripción automática, pero esto no se cumple. Existe el peligro que los Parlamentarios o Presidente de la República se elijan por una minoría, por que la mayoría se resta.
Algunos aducen que el no inscribirse es una forma de protesta, de no estar ni ahí con el sistema. Pienso que no se protesta, dejando que otros decidan. Esto se mantendrá así hasta que las personas comprendan la necesidad de participar, hasta que se den cuenta que representan una fuerza que puede elegir a Parlamentarios o un Presidente, si así lo quieren.
Hay cuestiones que son aberrantes en nuestra sociedad, como por ejemplo que un niño de 14 años tenga discernimiento en caso de cometer un delito y al mismo tiempo no tenga derecho a elegir.
Sólo si tomando responsabilidades, podemos resolver algunos de nuestros problemas.
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