Todo es oscuro, como en una inmensa niebla que cubre la ancha tierra, es como una maldición de los antiguos dioses griegos, que hace que se pierdan los viajeros, que no saben que camino tomar, es tal vez el famoso principio de la incertidumbre. Se discute cuestiones valoricas, que son en general abstracciones alejadas de los hombres reales, que viven, en lo que algunos llaman pobreza relativa, sin embargo pobreza al fin y al cabo.
Mientras se discute, si es necesario reprimir más, ante los últimos desmanes, en que participan una gran cantidad de jóvenes, más cárceles, más severidad en las leyes. Castigos ejemplares, de una vez por toda, la mayoría son carne de presidio, ya no tienen arreglo.
¿Que se hace con las ganancias del cobre? No puede esta, chorrear a los bolsillos de los trabajadores. ¡Tenemos que guardar, para el tiempo de las vacas flacas!. Como se sabe si hay vacas gordas, también hay flacas. Lo malo de todo esto, es que a la mayoría siempre le toca las vacas flacas. No es como dice la Biblia, siete años de vacas gordas y luego siete años de vacas flacas, lo que sería mucho más equitativo.
Pero que pasa en la tierra, mientras se discute tan acaloradamente. Celco, la papelera destruyo el humedal de Valdivia, murieron miles de aves, no sólo cisnes de cuello negro, otros habitantes de este lugar.
Ahora, esta tratando, con ayuda del gobierno, que cuando quiere, pasa a llevar las leyes que el mismo dicta, Realizar un ducto, que vierta sus deshechos al mar, con el evidente peligro de terminar con la rica vida marina de las costas. Los pescadores artesanales de las caletas de Mehuin y Quele, se unen para defender su mar, el mar de todos los chilenos, su fuente de vida. Lo más seguro que desaparezcan los mariscos, los peces, las algas. Que importa, son gente pobre, lo importante son las ganancias de las grandes compañías y el gobierno envía a la marina, para que defienda a los empleados de Celco, que estudian por donde pasará el ducto. Disparan contra los pescadores, en nombre de las leyes y de la constitución, del orden y la estabilidad.
Se termina con el bosque nativo, que es en realidad fuente de vida, de purificación de las aguas, de creación del humo, de diversidad de animales, pájaros e insectos y que es de una gran belleza, por su diversidad de colores verdes.
Grandes plantaciones de pino radiata y de eucaliptos, que destruyen la tierra, la secan, en muchas partes ya las vertientes, no tienen agua, los pozos de los campesinos y de los mapuches están secos, todo el año. La vida animal desaparece, la tierra se empobrece. Las grandes compañías obtienen gigantescas ganancias, a costa de la naturaleza y de la explotación de los trabajadores.
Todo esto ha hecho cambiar el clima, ahora llueve menos, pero en unas horas caen mares, que inundan caminos, pueblos, se llevan casas, animales, dejan, como se dice por estos lados, la crema.
Pero sigamos discutiendo, conversando, dialogando, es lo civilizado. Tal vez mas pronto de lo que pensamos estemos viviendo en un desierto.
Hay que unir, hay que luchar por la vida, la tierra no es sólo nuestra, sino que es de la gente del futuro y hay que dejarle un lugar donde se pueda vivir bien, donde valga la pena vivir, aprender que todos somos uno, que somos parte de la naturaleza, que debemos saber vivir en ella.
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