Los pingüinos
Dentro del ámbito nacional, donde las aguas, hasta ayer corrían tranquilas bajos los puentes y todo se resolvía según la vieja formula de las conversaciones y los diálogos, que nunca solucionaban nada y que a los más tiraban la pelota para el futuro. Algo ha roto este pacifico sueño, los estudiantes secundarios salieron del closet y comenzaron sus movilizaciones por sus justas demandas.
Como siempre el gobierno trato por todo los medios de criminalizar las manifestaciones, los carabineros arremetieron contra todo lo que se movía, los muchachos se defendieron, pero el gobierno les enrostro, catalogándolos de violentistas, miles fueron detenidos, mojados, apaleados. La represión como en los mejores tiempos de la dictadura.
Los muchachos se fueron a sus colegios, discutieron democráticamente lo que debían hacer, como enfrentar esta situación que no contaba con la simpatía de muchos y encontraron la forma adecuada, la toma de sus establecimientos, los paros y la no salida a la calle, para evitar que grupos extraños al movimiento lo ensuciaran.
Todo en perfecta organización, con las comisiones funcionando; comida; cuidado de los establecimientos; estudios de sus demandas; jornadas de reflexiones; para pedir ayuda, etc.
El Gobierno dice, llamamos a conversar a todos, los que no estén en paro o en toma.
Uno se pregunta ¿Con quien realmente quiere conversar?
Pero la movilización va en aumento, ya no son algunos colegios, se incorporan a la movilización otros establecimientos, de todo el país, son la mayoría de los estudiantes secundarios.
El Gobierno llama al dialogo, pero sólo cuando los muchachos depongan su actitud, vuelvan a clases y entonces “conversaremos” dice el Ministro de Educación, no admitimos ningún tipo de presión.
En vista que la movilización crece, de nuevo llama a conversar, a todos, menos a los violentistas, lo que es más general, pero por la boca muere el pez, el día lunes llegaron muchachos de todo el país, que no cupieron en la pequeña sala que estaba preparada, se suspendió la reunión. Primero invita a todos, luego dice, que deben nombrar a un grupo que represente a todos los dirigentes de los secundarios. Es otra maniobra, por que debió llevar proposiciones concretas sobre la solución del petitorio de los muchachos, las cuales se les pudo entregar a todos, sin distinción y no volver a iniciar conversaciones nuevas, que no llegan a ninguna parte. Lo que quieren los muchachos es una acción resolutiva.
Hoy día, por fin se esta conversando, el señor Ministro tuvo que bajar de su pedestal y dialogar con los secundarios. Ahora se vera. Si en verdad quieren mejorar la educación o inventaran algún artilugio, para que las cosas se queden como están.
Lo importante, es que por fin la movilización, la organización, dio un gran paso adelante y que es la única forma de solucionar los problemas que trae consigo el sistema neoliberal.
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