martes, enero 10, 2017

Francisca Linconao
Se dice que somos un Estado democrático, que protege a todos los ciudadanos por igual. Sin embargo tenemos dos Justicias, la civil y la militar, por esas cosas increíbles, la justicia militar puede someter a juicio cualquier civil. Basta solamente que se invoque la ley antiterrorista. Aquí entra a jugar varios factores con esta ley, por ejemplo los testigos protegidos, ¿que nadie sabe quiénes son? y ¿por que los protegen?, se presenta un testigo protegido, en el caso de la Machi Linconao, autoridad del pueblo mapuche, se le juzga porque este testigo protegido, dice que la vio en el lugar en que murieron dos personas de edad. Con esto basta y sobra para llevarle a juicio, detenerla hasta que se lleve a cabo el juicio. Se pregona que nadie es culpable, si la justicia no lo declara así, pero ella en la práctica está condenada, por la prensa, la TV. algunas radios y el gran empresariado forestal. Aquí tenemos otros casos, claro que en la justicia civil. Hay varias personas, dirigentes políticos, senadores y diputados, que están están acusados de cohecho, eludir impuestos y otros diversos delitos, muchos de ellos comprobados por la Fiscalía, La Corte decidió someter a estas personas, a medidas cautelares, detención nocturna y también la prohibición para salir del país, arraigo nacional. Como podemos ver la justicia tiene una vara para los poderosos y otra vara para el pueblo y además esto se ve agravado en la justicia militar, porque existe una clara manifestación de racimos por parte de las autoridades y de los propios jueces. Esto es nuestro país democrático, la Machi tuvo que realizar una huelga de hambre, para cambiar la reclusión por la medida cautelar de detención domiciliaria, para que sucediera esto, en primer lugar la valiente actitud de la propia Machi y la solidaridad con ella, de todos los sectores sociales y también extranjeros, fue una campaña nacional que permitió revertir la resolución anterior. Lo único que sostiene la acusación de la fiscalía es el testigo protegido, no hay más pruebas. En otros juicios contra mapuches, esto fueron liberados, por que los famosos testigos protegidos eran financiados por la policía, uno de ellos manifestó que era pagado. Esto no es naturalmente lo que pondrá fin a este tipo de justicia, sino que la eliminación de la ley antiterrorista, que no tiene justificación en nuestro país, porque el único terrorismo Estado que hubo fue el de la dictadura cívico-militar y lo segundo es que la justicia militar vuelva hacer la justicia para los militares. Como vemos nuestra democracia cojea bastante, tiene serios problemas, algunos los empresario y políticos de derecha la mantienen, porque defienden sus intereses y sobre todo las grandes empresas forestales. Todos los problema que existen con el pueblo mapuche, son problema políticos, el Estado tiene una política de asimilación del pueblo mapuche, lo que no se ha logrado en toda la existencia de la República. Hoy día los mapuches tienen sus propias aspiraciones, su deseo de autonomía, que se le reconozca como Nación y que ellos puedan resolver sus propios los problemas. Tienen bases seguras, ahora tienen intelectuales, profesionales y trabajadores especializado, no es necesario entonces que nosotros los chilenos le digamos lo que deben hacer. Hay que cambiar la política por una nueva política, que es el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, cada uno con su particularidad y su forma de ser.

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