Organización, movilización y participación

La verdad que a los yanquis y a las oligarquías criollas no les gusta para nada la profundización de la democracia. Lo que les interesa es una democracia “representativa” en que el pueblo trabajador vote cada cuatro años o cada seis. La que se realiza siempre con gran parafernalia y promesas de todo tipo, algunas fuera de toda lógica, la presentan como la democracia perfecta e inamovible. Luego están los parlamentos donde, según los dueños del país se discuten los proyectos que harán progresar la nación. Los electores después de cumplir con ese rito se van para la casa, de tal forma que ellos hacen y deshacen sin rendir cuentas a nadie, esto es lo que pregonaron desde hace tiempo, lo que le acomodaba a sus intereses, es el tipo de democracia que adoran. “Cambia todo cambia” como dice la canción y en América Latina, en muchos países se continua profundizando la democracia, con la participación activa del pueblo, En Ecuador, Bolivia y Venezuela se realizaron asambleas constituyentes, cambiaron de raíz las antiguas constituciones que les daba a ellos todos los derechos y a los trabajadores ninguno. En nuestro país también el pueblo quiere participación efectiva, ser tomados en cuenta, no sólo con la presión que se hace desde las movilizaciones, sino con propuestas concretas, nada de dejar que entre cuatro paredes se decida los que le compete a todos. Los estudiantes, los trabajadores vienen pidiendo desde mucho tiempo con grandes movilizaciones educación gratuita de calidad, el fin al lucro, que la educación no sea un bien de consumo, sino un derecho social. El programa de la presidente Michele Bachelet, puso en su programa estas reivindicaciones muy sentidas de la sociedad como prioridad en su gobierno y los estudiantes y trabajadores se están movilizando para que se cumpla. Se realizan centenares de reuniones, asambleas, seminarios en las cuales se discute, se analiza las reformas y como llevarlas a la práctica, ningún conflicto se puede arreglar sin un interlocutor valido, los movimientos sociales son parte fundamental de cualquier conflicto social. Esta forma de expresión democrática tiene a sectores de la derecha fuera de sus casillas, dicen la calle no puede mandar al parlamento, estas son presiones indebidas, que no corresponden a nuestra democracia, hay que dejar que el parlamento discuta sin interferencias. Como si el sector de la derecha no realizará ninguna presión, no hicieran lobby y muchos de los diputados y senadores no fueran representantes de las empresas privadas, este el doble rasero de la derecha chilena, nosotros si podemos, el pueblo no debe hacerlo, no tiene derecho. Se han lanzado en una campaña que a todo dicen que “NO” la reforma tributaria dicen que perjudicará a las Pymes, a los trabajadores, a las pensiones, lo que hace, es que los que tienen más paguen más, a las grandes empresas se les subirá el impuesto de un 20% a 25% en cuatro años y al mismo tiempo se eliminará FUT creado por Pinochet que permitía a los empresarios no pagar impuesto si la ganancia la invertían en hacer crecer su empresa. Lo que propone el gobierno que paguen por todas las ganancias. Hasta el embajador Yanqui se entrometió en los asuntos internos del país, diciendo que las empresas gringas necesitan reglas claras para invertir. La reforma tributaria es precisamente algo serio, discutido por el pueblo chileno que desea un mundo más equitativo, con menos desigualdad, todos deberán cumplirla una vez aprobada.