domingo, noviembre 24, 2013

La segunda vuelta
Es evidente que la derecha no sólo perdió votos, sino que no podrá continuar profundizando el nefasto sistema neoliberal. Su programa, con ofertones y todo logró el 25,04 % del electorado. La Nueva Mayoría más algunos candidatos que recogían las aspiraciones de las movilizaciones sociales, en su conjunto superan el 65%, o sea una derrota aplastante de la Alianza. A pesar que al pasar a segunda vuelta lo asumen como una victoria, no tienen como aumentar su votación ya que al aumentar un 10%, no se acercan a Bachelet. Mucho se especula hacia donde irá el alto porcentaje de abstenciones, una parte podría ir hacia la derecha, si así fuera sería sólo un pequeño porcentaje. Sabemos que un sector de los jóvenes no votó y con ello quiso expresar su molestia al sistema. Ahora es el momento en que ellos comprendan lo que esta en juego dando su apoyo a la Nueva Mayoría que los interpreta en gran parte de sus aspiraciones. Los que votaron por el voto voluntario sabían que esto pasaría y que les favorecería, fue una determinación política de la derecha reaccionaria. La abstención debe ser analizada con profundidad, tomando en cuenta varios factores, no sacando cuentas alegres. Para ganar no basta con estos cálculos, hay que ganarse a muchos indecisos, que son personas que no saben cual es el programa por el que luchamos. Recuerdo que en la elección de 1970 los comités allendistas inscribieron a quienes podían movilizar a personas enfermas o quienes vivían muy lejos. Debemos pensar en esto ya que hoy, para llegar a un lugar de votación en algunos casos debemos tomar un bus o dos buses que implica mucho tiempo y dinero que muchas veces falta. Hay que desarrollar muchas iniciativas al respecto. La derecha puede estar derrotada electoralmente pero aún maneja la economía y ya esta de nuevo imponiendo la campaña del terror y los ofertones, Evelyn ofreció un bono de un $1.000.000 a las familias de clase media, para reparar sus viviendas y así seguirá hasta el último día de las elecciones. Hay que salir a la calle, a las poblaciones, a las juntas de vecinos, sindicatos, a los estudiantes, es necesario plantear con fuerza el programa. Principalmente; la educación gratuita y de calidad a cargo del Estado; la reforma tributaria que permita tener dinero para poder aplicar el programa; una nueva Constitución política que permita la representación de los diversos estamentos de la población y pueblos originarios: terminar con el multirut de las empresas, permitir la negociación colectiva por ramas de la producción. La toma de conciencia de la mayoría del pueblo es la garantía de la derrota de la derecha empresarial y la posibilidad de participar en el cumplimiento del programa.

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La derecha y sus cuentos