Los acontecimientos en Ecuador son de una importancia vital para el desarrollo de la democracia en el Continente. Hace poco tiempo era impensado que las masas populares pasaran a ser protagonistas de su destino, que los indígenas se convirtieran en una fuerza decisiva para imponer una Asamblea Constituyente.
Jorge Icaza escribió la novela “Huasipungo” en 1934 En ella los protagonistas eran por primera vez los indígenas. Estos eran sometidos por los gamonales, obligados ha construir un camino por la montaña, para que los gringos sacaran la madera.
El sometimiento era en todos los niveles. El señor cura, les exigía el pago por ocupar un lugar en el cementerio, si no tenían como pagar los dejaban fuera, esto significaba que quedaban en el infierno, drama tremendo para los creyentes.
La desesperación, la falta de perspectiva los llevo a un alzamiento violento, que fue brutalmente aplastado por el ejército. Esta historia se repite en la mayoría de nuestros países. En Chile, el ejército chileno es responsable de la matanza de mas 3500 obreros calicheros, chilenos, peruanos, bolivianos, argentinos, aymaras,
el 21 de diciembre de 1907.
Hoy día la mayoría de los ecuatorianos, indígenas, trabajadores de la ciudad y el campo, intelectuales, se han puesto en marcha, para democratizar el país. Hacer una nueva Constitución en que estén todos representados, Constitución que tenga en cuenta los intereses reales del pueblo.
Terminar con la actual Constitución, que entre otras cosas se hizo sin tener en cuenta a los indígenas, más bien se hizo en su contra. Ahora esto se termina y el pueblo avanza en su lucha por democracia y participación. La Asamblea Constituyente es un hecho histórico, que cambiará el país, que hasta ahora sólo tenía en cuenta la ganancia para los grandes monopolios nacionales y extranjeros. Pondrá en el centro el bienestar de las masas populares.
Ante este cambio, la reacción a tratado por todos los medios impedir que
las masas se expresen, arguyendo toda clase subterfugios, oponiéndose en forma feroz y antidemocrática.
En nuestro país la reacción pinochetista, también trata de impedir que se
cambie la Constitución del 80. La necesidad de cambiar el sistema binominal es lo que quiere la mayoría de los chilenos. La UDI se opone, porque con un 33% la oposición obtiene la mitad de los representantes, lo que les permite frenar cualquier ley que vaya en beneficio de la clase trabajadora.
Debemos solidarizar con Rafael Correa y el movimiento social. Impedir que se intervenga en los asuntos internos del pueblo ecuatoriano.
Cada pueblo tiene el derecho a decidir que es lo mejor para ellos.
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